jueves, 13 de septiembre de 2007

La Policía lusa quiere excavar la iglesia donde los padres de Madeleine rezaban diariamente


Las autoridades lusas preparan nuevas acciones e interrogatorios en el caso Madeleine, mientras crecen las sospechas de que los padres de la niña, Kate y Gerry McCann, están involucrados en su desaparición, según fuentes cercanas al proceso.
En medio del silencio obligatorio que rige en Portugal sobre las acciones de la Policía y del fiscal, diversos medios aseguraron hoy que las autoridades barajan analizar de nuevo el automóvil alquilado por los padres de Madeleine, así como efectos personales y correspondencia de la pareja y volver a buscar el cuerpo de la niña.
La capilla donde los padres de Madeleine, fervorosos católicos, iban a rezar a diario por su hija se ha convertido en el último blanco de las sospechas periodísticas en el caso, porque los McCann tenían una llave para entrar y salir a voluntad que les fue retirada tras una reciente regañina al párroco por parte del obispado.
Según la Procuraduría General portuguesa, que no ha dado por terminadas las investigaciones, deben surgir novedades en relación al caso antes de que concluya la próxima semana.
La estricta legislación lusa sobre el secreto sumarial, que impide a las autoridades dar información pública o confirmar incluso hechos de dominio general en el caso, no ha evitado que trasciendan multitud de detalles de las investigaciones policiales, muchos de ellos en la prensa británica.
Las malas noticias para la pareja no cesan en forma de revelaciones comprometedoras sobre restos de sangre, cabellos, huellas de que pudieron ocultar el cadáver de Madeleine, análisis irrefutables de ADN, avances del proceso en su contra en Portugal y hasta la posibilidad de que pierdan la tutela de sus dos hijos.

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